
El cariño de una mascota fiel no tiene precio, y para casos de rescates como estos, incluso se podría decir que sobrevivir a los momentos más duros como te contamos a continuación es de gran ayuda.
Bruno tiene tan solo nueve años con un trastorno autista que jugaba con su perro Simón en un pueblo de la provincia argentina de Misiones. Cuando está con su mascota, los padres del pequeño se sienten seguros porque Bruno y Simón generalmente pueden alejarse de casa un rato juntos, pero siguen regresando.
Sin embargo, esta vez no regresaron, oscureció y lo peor fue que la temperatura bajó de cero. Los padres notificaron a la policía, pero los oficiales no pudieron encontrarlos.
Esa noche fue la más fría de esta zona. El termómetro marcaba 1 grado Celsius, pero la sensación térmica estaba por debajo de cero. Los equipos de emergencia comenzaron la búsqueda con la ayuda de helicópteros y perros de rescate, pero no tuvieron éxito.
No fue hasta la mañana siguiente que encontraron a Bruno y Simón en Puerto Magno, a cinco kilómetros de su casa. Con ellos estaba Atenea, la mascota de los vecinos del niño.
El niño estaba descalzo y tenía mucha hambre, pero afortunadamente no le habían hecho daño. Cuando se le preguntó cómo sobrevivió, dijo que los perros lo cuidaban y él los cargaba por la noche para mantenerse calientes. Luego, los rescatistas se hicieron cargo de Bruno y sus leales compañeros caninos hasta que todos regresaron a salvo a sus hogares.
Los perros son los seres más leales, protectores y nobles que conocemos, y este par de perros fue la diferencia entre una tragedia. Realmente te mereces una Medalla de Honor.